emanuel y su juguete

Seguimos conociendo a los pilotos de aeromodelismo, una raza que no figura en los catálogos como de especie indefinida. Si bien andan caminando, también evidencian una exagerada "locura" por volar y si vendieran alas para personas en una tienda, seguro estarían acaparando las que tuvieren autonomía superior. Por ahora se conforman en apretar un botón y estar en el aire desde el alma, lo que es un buen principio humano, aunque no lo crean.

Nuestro "comandante" a bordo de hoy se llama Emanuel Molina y es nacido en tierra chamamecera, Margarita pero, vive en la primera colonia, que le dicen Esperanza. Es “Ingenieri” de los agrónomos y desde hace dos años le da por los avioncitos. El metejón por el aeromodelismo aéreo le vino mediante Marcelo Peano, un amigo (para eso están), que al acercarlo a este medio de paso lo entusiasmó y casi salió corriendo a comprar un “entrenador” (menos mal que no andaba por ahí el Bambino Veira). De allí vinieron montones de anécdotas en Alas del Pilar mezcladas en su variedad, picadas, asados, partidos de truco, piñas de los modelos (¿queé?), mm y las chicas de la pileta. Acá el tipo tiene claras y definidas sus acciones y dijo que hablar de las bañistas llevaría un capítulo aparte. Despues sigue diciendo de los cuentos de Governo, todo un personaje de Felicia que tiene asistencia perfecta los fines de semana (aquí Emanuel no especifica si es al club o a la pileta por las chicas, además rubrica sus apreciaciones con una sonrisa de costado que suena jejeje..) / Siguiendo con una parte más seria o comprometida con la disciplina, Emanuel explica que por ser medio “pecho frío” le costó bastante asimilar su aprendizaje, más de un año y que sigue con el mismo “entrenador” del comienzo. No obstante el señor tiene público propio, su novia, y aduce que sus amigos de la facultad le tienen envidia (¿será por su dama o por que “vola” y no es pichón? ./ Esta magnífica afición tiene la particularidad de despejarlo, quitarle sus “nebulosas” y de pasar momentos divertidos con los amigos mientras el aparatito da vueltas en el aire. Le bastan uno o dos vuelos en una tarde para sentirse completo hasta la próxima semana, las fotos lo animan y las charlas reafirman su condición de buen tipo, según el “Negro” Claudio ElmoDesto, que no quiere recibir agradecimientos por razones obvias, pero no tiene objeciones ante algún “beberaje” pago y apropiado según el clima. Emanuel lo manda al frente y también a Marcelo y Mariela para terminar con un mensaje para los “iniciantes”, (aquí habla él): Es un hobby apasionante bastante más barato de lo que se supone, aunque para gastar no hay techo. Con muy poco (¿cuánta guita che?, podés armar el primer entrenador y después aguantate el vicio men. (otra vez risa de costado jejejej) / ¡Gracias maestro y perdone mi exceso de confianza, pss!